Carta al director.

Señor Director de Ideal:

Le rogamos que por favor publique esta carta en su periódico.

Somos dos alumnas del colegio Gran Capitán de Íllora. Nos gustaría que arreglaran el colegio, porque está viejo y en mal estado. Cuando llueve, entra agua por las ventanas. El patio tiene muchas grietas y cuando se practica patinaje hay caídas por su culpa. Lo mismo pasa en el recreo, que muchos niños han tenido heridas porque se han tropezado en las grietas. La Junta de Andalucía nos regaló un ordenador a cada uno de los niños de quinto y sexto, pero las redes de  Internet funcionan muy mal y cuando vamos a hacer un trabajo en el ordenador no podemos, ya que no funciona Internet. Otra cosa muy importante es que deberían hacer un gimnasio, ya que cuando llueve no podemos hacer Educación Física y nos quedamos aburridos en clase en vez de hacer gimnasia (nuestra asignatura favorita). Pediríamos juegos para los niños pequeños y otras cosas para los mayores. Nos gustaría que el alcalde de nuestro pueblo intentara hablar con las autoridades adecuadas para arreglar estas cosas.

Agradecemos su interés y nos despedimos hasta otra ocasión.

Lucía y Cristina.

El bosque encantado

Hace unos años dos amigos, llamados Alex y Max, estaban en el bosque jugando a la pelota, se les perdió y fueron a buscarla. Iban andado y hablando y se perdieron, no sabían dónde estaban. Encontraron un conejo pequeño al que lo llamaron Pipo y se encontraron otro animal, que era un lobo al que ya lo conocían, porque algunas veces estaba en el bosque. Lo habían llamado Brío.

Con la ayuda de los animales encontraron su pelota dentro de un gran agujero que había en el suelo, entraron agarrados de una cuerda. Encontraron un mundo muy distinto al suyo. Querían ver lo que había y estuvieron explorando aquello.

Allí había muchos animales y cosas desconocidas. Cuando decidieron salir y estaban trepando, la cuerda se rompió. El lobo y el conejo consiguieron salir gracias a sus habilidades. Mientras Pipo y Brío buscaban alguna manera de ayudar a Alex y a Max, un tipo que vivía allí se dio cuenta de que alguien desconocido estaba dentro del agujero, y él no quería que nadie estuviera allí; así que decidió capturarles.

Alex y Max empezaron a discutir por ver quién tenía la culpa de estar allí y se dieron cuenta de que discutir no servía de nada. Al ver que alguien les perseguía se disfrazaron para que creyeran que eran de aquel mundo. Pasaron allí varios días, hasta que al fin Pipo y Brío encontraron un pasadizo secreto por el que vieron pasar al tipo que perseguía a Alex y a Max. Era un pasadizo que iba desde el mundo desconocido hasta la casa de Max, que estaba muy cerca del bosque, pero no sabían cómo desbloquearlo.

El lobo se encontró una piedrecita que servía para abrir el portal, pero sólo se podía desbloquear desde el agujero. Entonces la echaron dentro y escaparon por la noche para que nadie lo viera, ya que nadie se podía dar cuenta de que no eran seres de aquel mundo. Para Max y Alex todo aquel tiempo habían sido años, pero en el mundo real eran dos días. Cuando los padres de Max y Alex preguntaron que dónde habían estado, no les quisieron explicar lo del mundo secreto y simplemente les dijeron que se habían perdido.

Autores:Alex, Max y Cristina